El Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK) es uno de los aeropuertos más importantes y concurridos del mundo, ubicado en el barrio de Queens, en la ciudad de Nueva York. Inaugurado en 1948, inicialmente se conocía como Aeropuerto Idlewild, pero fue renombrado en honor al 35º presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, tras su asesinato en 1963.
JFK es un centro neurálgico del transporte aéreo global, con más de 59 millones de pasajeros anuales que pasan por sus puertas. Sirve como principal puerta de entrada a los Estados Unidos para vuelos internacionales y es un centro clave para varias aerolíneas importantes, incluidas American Airlines y Delta Air Lines.
El aeropuerto cuenta con seis terminales de pasajeros numeradas 1, 2, 4, 5, 7 y 8, cada una ofreciendo una variedad de servicios y comodidades. La terminal 4, por ejemplo, es conocida por su amplio diseño y sus instalaciones modernas, mientras que la terminal 5 es hogar de JetBlue Airways y es apreciada por su arquitectura contemporánea y eficiencia operativa.
Una característica notable del JFK es su proximidad a la ciudad de Nueva York, proporcionando un acceso conveniente a la metrópolis a través de diversos medios de transporte, incluidos trenes, autobuses y taxis. Además, el AirTrain JFK conecta todas las terminales del aeropuerto con el sistema de transporte público de Nueva York, facilitando el traslado de los pasajeros.